Mitos y verdades de la crianza respetuosa
- gabyveghazi
- 2 feb 2024
- 3 Min. de lectura

No te parece que hablar de crianza respetuosa es una obviedad? No se supone que como sociedad respetamos a todos los individuos sin distinciones de género, color, religión ni edad? Entonces por qué hablamos de crianza respetuosa?
Aquí dejo la definición que encontré en internet, cuando busque Crianza Respetuosa
“La crianza respetuosa se basa en la idea de tratar a la niñez como seres humanos con sus propias necesidades, sentimientos y derechos. Por ende, promueve el desarrollo de la autonomía, la confianza y la autoestima de niños y niñas; al tiempo que, fomenta la comunicación respetuosa y el diálogo”.
La idea de tratar a la niñez como seres humanos?
Hace falta aclarar o remarcar que los niños, las niñas y los adolescentes SON seres humanos.
Si esta definición te indigna tanto como a mí, continúa leyendo que voy a tratar de llevar un poco de claridad al tema, echando un poco de luz sobre los mitos y verdades de la Crianza Respetuosa.
¿Qué es la crianza Respetuosa?
Sobre todo es Presencia. Disponibilidad. Escucha. Empatía.
Cuanto más pequeños son los niños en edad y desarrollo. Más dependiente de nosotros se encuentran.
Hablamos de crianza respetuosa cuando valga la redundancia, respetamos sus necesidades y también sus posibilidades.
Por necesidades todos entendemos a qué nos referimos. Especialmente las físicas. Alimentación, abrigo, sueño, salud.
Ahora, cuando hablamos de necesidades emocionales, ya no parece que todos hablemos el mismo idioma.
Los peques, hasta alcanzar el pleno desarrollo psicológico y emocional, necesitan guía, apoyo y contención.
Guía que les muestre el camino.
Apoyo en las decisiones que sí pueden tomar (no están preparados emocional ni psicológicamente para muchas de las decisiones que a veces les pedimos que tomen)
Contención cuando se frustran, equivocan o simplemente las cosas no les salen. Y también acompañamiento cuando las cosas van bien.
Necesitan de nosotros, los adultos responsables. Necesitan escucha empática, presencia y atención. Necesitan tiempo de calidad libre de pantallas y preocupaciones. Necesitan sentirse seguros, queridos, valorados, escuchados.
Y también necesitan…
Límites, los límites son amor.
Y esto deberíamos grabarlo en nuestra mente y también en el corazón.
Poner límites no significa ser autoritarios. Poner límites no significa que no los respetemos.
Los límites se deben poner con amor y empatía. Son marco, contención y cuidado.
Pronto voy a escribir todo un posteo hablando de límites, hoy quiero seguir con los mitos y las realidades de la Crianza Respetuosa.
Pero si quiero dejar claro ahora es que decir NO en el momento y tono adecuado es mucho más respetuoso que dejar que el peque “haga los que quiera”
Horizontalidad en la relación
He escuchado en ocasiones decir a madres que son las mejores amigas de sus hijas o hijos. O qué papá es como uno más en el grupo de amigos.
Ojo con esto.
Tanto los niños y niñas como los adolescentes, son seres en etapa de maduración. Nosotros como padres somos responsables por ellos, es por esto, que la relación nunca debe ser horizontal.
Existe una jerarquía marcada por la edad y la madurez y sobre todo por la responsabilidad que la crianza conlleva.
En la infancia y en la adolescencia, aún no se alcanzó la madurez cognitiva ni psicológica.
Es por ello que los padres somos los responsables de los niños. Somos los encargados de velar por su bienestar físico y psicológico y esto nos pone en un lugar de mayor responsabilidad.
Con esto no quiero decir de poder y mucho menos de abuso del mismo. Somos nosotros los encargados de tomar la mayoría de las decisiones en cuanto a salud, alimentación y educación. Nuestro deber es acompañarlos y darles las herramientas para su construcción como seres autónomos, e ir soltando a medida que crecen.
Que quiero decir con esto:
Un niño no puede elegir si ir al colegio o no. Esa responsabilidad le toca a los padres. Pero a medida que crezca, podrá elegir que extraescolar hacer, o el tipo de ropa le gustaría vestir.
A nosotras, que en su mayoría fuimos criadas bajo otro paradigma, nos queda mucho trabajo por delante.
En primer lugar, amigarnos con la idea de que nuestros padres hicieron lo que creyeron mejor para nosotros, con las herramientas que contaban.
En segundo lugar y ya mirando para adelante, nos toca desaprender lo aprendido para aprender nuevas formas y herramientas de crianza.
Y seguramente en el camino, cometamos muchos errores, dudemos, nos frustremos y de a ratos nos den ganas de abandonar este camino.
Pero sabe que no estás sola.
Aquí hay toda una tribu dispuesta a compartir y sostener la maternidad sin juzgar a nadie.
Porque en Tribu siempre es mejor!!!
Comments