La hora de las Brujas

Empieza a bajar el Sol, el día esta llegando a su fin. Pero vos sabes que todavía queda mucho por hacer antes que te puedas ir a dormir.

El bebé acaba de terminar de comer y tiene el pañal recién cambiado. Estás segura que este es tu momento, cuando de golpe empieza a llorar. Un llanto desconsolado que se repite día a día.

Entonces empiezan las preguntas. ¿Qué le pasa? ¿Por qué llora? ¿Por qué no lo puedo calmar?

Y a esas se suma ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Soy una buena madre?

La hora de las Brujas, decía mi mamá, todos los bebés la atraviesan. Son SOLO los primeros meses, acotaba mi abuela. La angustia me embargaba, me sentía la peor madre del mundo, el SOLO me sonaba a eterno y me convenciá que yo no iba a poder.

Las palabras que querían ser consuelo, a mi me dolían infinitamente. El “no te preocupes” o “les pasa a todos”, en vez de acompañar, me hacía sentir que le daba demasiada importancia a algo que no la tenía.

Incomprendida y sola, a pesar de la compañía y los consejos no pedidos transité esos primeros meses.

Evidentemente, con el tiempo el llanto se fue haciendo más esporádico y con menos duración. Yo aprendí a identificar lo que le pasaba. Pero sobre todo pude tomármelo con más calma.

Es tan importante la tranquilidad de mamá y tan difícil de lograr en esos momentos de explosión.

Hoy se lo difícil que puede ser la mirada del otro, que en muchas ocasiones a pesar de ser con buena intención, nos lastima y empequeñece.

También se que nadie debería atravesar sola este momento de tanto revuelo hormonal. Es por ello que te ofrezco un acompañamiento personalizado a la medida de tus necesidades.