Docente de educación inicial, Guía Montessori, Asesora de Lactancia y mamá de tres hijos con experiencias de lactancia muy distintas.

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Con mi primera hija empecé a amamantar con mucha motivación, pero también con mucho dolor. Tuve grietas desde el inicio y estuve a punto de abandonar. Cuando las grietas se curaron,  durante un tiempo todo funcionó bien. Pero a los nueve meses aparecieron la hipergalactia y las mastitis recurrentes. Sin herramientas ni acompañamiento profesional, y sintiéndome desbordada, terminé dejando la lactancia antes de lo que hubiera deseado.

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Con mi segundo hijo, la historia fue diferente. Recién pudimos conocernos casi 20 horas después del nacimiento, pero aun así logramos establecer una lactancia materna exclusiva. Haber llegado más informada, confiada y acompañada hizo toda la diferencia.

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Con mi tercera hija, todo lo vivido —como madre y como profesional— se integró. Pude disfrutar de una lactancia consciente, conectada y libre de presiones.

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Hoy, como asesora de lactancia, acompaño a madres desde la empatía y la experiencia real. Sé que cada cuerpo, cada bebé y cada vínculo es único. Por eso, te ofrezco asesorías personalizadas para ayudarte a transitar esta etapa con confianza, información actualizada y apoyo respetuoso.